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Mujeres en el conflicto armado

Actualizado: 31 mar 2023

Las mujeres en el conflicto armado colombiano vivieron la guerra de una manera desproporcionada.


Ellas sufrieron múltiples formas de violencia por más de 60 años bajo condiciones de impunidad y estigmatización.


Mujeres: Cuerpo y territorio


El hecho de ser mujeres en el conflicto armado fue un factor decisivo para ejercer control territorial por parte de los actores armados.



Esto se debe a que en las zonas rurales, las mujeres eran comúnmente las encargadas de labores de reproducción, cuidado del hogar, la familia, la comunidad.


De esta manera, el control que se ejerció fue:


“usando el cuerpo de las mujeres


como lugar de conflicto, botín de guerra, fuente de placer, entretenimiento o compensación; como fuerza de trabajo, como espacio para dejar mensajes. Así se las obligó a disociarse de su cuerpo.” Comisión de la Verdad


Así, mientras a los hombres la guerra les costó su vida, a las mujeres sobrevivientes les costó también la libertad, en sus hogares, territorios y sus cuerpos.



¿Qué violencias enfrentaron las mujeres en el conflicto armado?


En los territorios donde se dio la violencia, las mujeres tuvieron que enfrentar a los actores asesinando a sus familiares, hostigando al pueblo, imitando sus libertades, y reduciendolas a un objeto a su disposición.


Las mujeres en el conflicto vivían bajo los términos de los actores y sus condiciones cambiaban según sus maneras de actuar.



Mientras soportaban, persistían también en los territorios, sosteniendo a sus familias en el dolor, manteniendo unida a la comunidad cuando había poca esperanza y en muchos casos, buscando a sus seres queridos, enterrándolos o esperándolos de vuelta.


¿Por qué contar las historias de las mujeres en el conflicto?


Para la Comisión es fundamental relatar la experiencia de las mujeres en el conflicto armado, porque ellas han soportado gran parte del peso de las consecuencias que trae la guerra.


Ellas han resistido en los territorios, han sostenido a sus familias, reconstruyeron comunidades enteras, mientras cuestionaban un sistema patriarcal como lo único permitido para ellas.


Sus vidas se vieron afectadas, al igual que sus cuerpos, sus relaciones, sus profesiones, su lugar en el mundo.


Todas estas historias se vieron minimizadas por una sociedad patriarcal que las estigmatizó, normalizando que ellas se encargaran de todos los demás, pero nunca de ellas mismas.


Incluso, sintieron vergüenza de contar sus historias como si hubiesen sido las culpables y aún así, ellas no se quedaron en el dolor y con valentía encontraron las formas de reconstruirse y continuar con sus proyectos de vida.


Si quieres saber más, escucha el episodio 3 de Viaje a la Verdad: Mi cuerpo es la verdad, mujeres territorio y resistencia.


Además, síguenos en las redes sociales abajo y acompáñanos en este viaje por el informe de la Comisión de la Verdad para aprender qué nos pasó.


Escrito por: Adriana Reyes Gutiérrez





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